Taxation for elite sportsmen

El Real Decreto 687/2005, ampliamente conocido como Ley Beckham (Beckham Law), fue adoptado en España en 2005. Esta ley establece un régimen fiscal especial cuyo objetivo es atraer a profesionales extranjeros altamente cualificados para trabajar en el territorio del país.

Beckham Law

El fichaje de David Beckham por el Real Madrid en 2003 alteró la estructura del fútbol español e indirectamente atrajo a jugadores como Lionel Messi y Cristiano Ronaldo al campeonato local. Beckham fue el primer futbolista que se benefició de la nueva normativa de exención fiscal, dirigida a atraer talentos extranjeros a España en todos los ámbitos. Este esquema recibió el nombre no oficial de Ley Beckham y ofrecía a los futbolistas extranjeros recién llegados a España una tasa impositiva muy favorable del 23%, mientras que los demás residentes pagaban un impuesto del 24% sobre los ingresos hasta €600,000, y cualquier cantidad superior se gravaba al 42%.

En resumen, según la ley, cualquier persona que no hubiera sido previamente contribuyente en España, al residir en el país más de 183 días al año y trabajar para un empleador español, obtenía beneficios fiscales. Además, las ganancias obtenidas en el extranjero no estaban sujetas a impuestos, lo que permitía a algunos futbolistas gestionar sus ingresos adicionales fuera del país.

En 2010, la Ley Beckham fue modificada: la tasa del 23% se hizo disponible solo para aquellos cuyo límite de ingresos anuales no superara los €600,000. Esto naturalmente no se aplicaba a las estrellas del fútbol de La Liga. Con la ayuda de asesores fiscales, comenzaron a idear formas de utilizar complejas operaciones financieras con el uso de sociedades offshore para eludir la legislación fiscal de España.

Las principales estrellas del campeonato español, como Lionel Messi, Cristiano Ronaldo y José Mourinho, declararon ingresos de sus derechos de imagen a través de empresas y cuentas no registradas en España, sino en Panamá, Irlanda y las Islas Vírgenes Británicas. Esto atrajo la atención de los inspectores fiscales de España.

La mayoría de los escándalos de evasión fiscal proceden del periodo 2009-2014, cuando había confusión sobre la aplicación de la ley vigente: se presentaron cargos por fraude contra muchos futbolistas estrella del campeonato español.

 

El lado oscuro del éxito: las deudas fiscales de Messi y Ronaldo en España

 

En 2016, el Tribunal Supremo de España declaró culpables al astro del Barcelona Lionel Messi y a su padre Jorge por defraudar al estado €4,1 millones durante el periodo de 2007 a 2009, y sentenció al futbolista a 21 meses de prisión. Messi pagó voluntariamente €5 millones, cubriendo los intereses de la deuda y la cantidad inicial. Más tarde, la pena de prisión fue sustituida por una multa de €252,000, equivalente a aproximadamente €400 por cada día de encarcelamiento.

Según las declaraciones de Messi ante el tribunal, él no tenía ni idea de nada, ya que las finanzas las manejaban su padre y sus abogados mientras él estaba plenamente centrado en jugar al fútbol. Se supo que el padre de Leo, Jorge Horacio Messi, utilizó empresas ficticias en el Reino Unido, Uruguay y Suiza para ocultar los ingresos del futbolista procedentes de contratos con Pepsi-Cola, Procter & Gamble, Adidas, Banco Sabadell, Danone y Kuwait Food.

 

Messi admitió que no había leído los documentos que firmaba y dijo que creía que las autoridades fiscales españolas le utilizaron como ejemplo porque era el primer jugador de élite en ser atacado.

 

“Fue muy difícil porque fui el primero”, dijo Messi. “Empezaron conmigo y luego fueron por los demás”

 

La investigación contra Ronaldo comenzó en 2015, y dos años después el Tribunal Supremo de España acusó al futbolista de fraude fiscal entre 2011 y 2014 por un importe de €14,7 millones. Cristiano, al igual que Messi, utilizó empresas ficticias fuera de España (en jurisdicciones de Irlanda y las Islas Vírgenes Británicas) para ocultar los ingresos percibidos por la venta de derechos de imagen. En enero de 2019, el exdelantero del Real Madrid zanjó el caso, pagando una multa de €18,8 millones y librándose de una pena de dos años de prisión en suspenso.

 

No hay condena real para los infractores por primera vez que incumplen la ley española y se acogen a un acuerdo. Luka Modric (ocho meses de suspensión y multa de €400.000), Radamel Falcao (16 meses y multa de €9 millones), Javier Mascherano (un año de suspensión y multa de €2,5 millones) y muchos otros evitaron las penas de prisión por las mismas razones.

Sin embargo, el caso más sonado para la hacienda española fue el del brasileño Neymar, quien adeudaba al país €34,6 millones, convirtiéndose así en el mayor deudor en la historia española. El futbolista, que luego jugaba en el Paris Saint-Germain, fue acusado junto con su padre y los directivos del Barcelona y Santos de fraude y competencia desleal. DIS, la empresa privada brasileña propietaria de una cadena de supermercados, reclamó una compensación de al menos €34 millones y una multa de €195 millones, que deben ser pagados al estado español.

La empresa adquirió el 40% de los derechos económicos de Neymar por €2 millones en 2009, cuando era un prometedor jugador en Santos, pero solo recibió €6,8 millones cuando el delantero de 21 años se trasladó de Santos al Barcelona en 2013 por €57 millones (el tribunal insistió en que el club catalán pagó al menos €83,3 millones).

Las autoridades fiscales también estaban confundidas por los detalles de la ampliación del contrato de Neymar con el Barcelona y su transferencia al PSG por €222 millones, una cifra récord entonces. En 2022, la fiscalía española retiró todos los cargos contra Neymar y otros acusados en el caso.

 

La Ley Beckham se actualizó en 2023 para ofrecer aún más beneficios fiscales a los nómadas digitales y a los emprendedores de startups.

En el mundo del fútbol, no solo hay batallas por títulos sobre el terreno del juego, sino también juegos de sombras en el ámbito financiero y fiscal. Uno de los ejemplos más notorios de tales juegos está relacionado con el ex presidente del FC Barcelona, Josep Lluís Núñez, cuyo nombre se convirtió en sinónimo de escándalos fiscales en el fútbol español.

FC Barcelona ha estado repetidamente en el punto de mira no solo de los aficionados, sino también de las autoridades fiscales. Uno de los casos más sonados y reveladores se refiere al ex presidente del club, Josep Luis Núñez, y su implicación en un fraude fiscal relacionado con traspasos de jugadores.

En 2014, las autoridades fiscales españolas iniciaron una investigación sobre Núñez y otros altos funcionarios del Barcelona. Se sabe que se utilizaron esquemas fiscales simplificados y contratos complejos para minimizar las obligaciones fiscales sobre los ingresos obtenidos de las transferencias de estrellas del fútbol, incluidos jugadores como Dmitri Chigrinski.

Los resultados de la investigación fueron estremecedores: Núñez y sus cómplices fueron acusados de evasión fiscal de más de 11 millones de euros. En 2018, al final del juicio, Núñez fue condenado a dos años de prisión y al pago de una multa de 3,8 millones de euros. Este caso ha llamado la atención no solo como ejemplo de fraude fiscal en el sector del fútbol, sino también como importante recordatorio de la necesidad de un estricto cumplimiento de las obligaciones fiscales en todos los niveles de la gobernanza deportiva.

El caso de Josep Luis Núñez ofrece un excelente ejemplo de cómo las irregularidades fiscales pueden tener un grave impacto en la reputación de un club y de sus directivos. Pone de relieve la importancia de la ética y la legalidad en las transacciones financieras en la industria del deporte y la necesidad de una planificación fiscal exhaustiva que cumpla los requisitos legales.

Los escándalos fiscales como este subrayan la necesidad de una planificación fiscal cuidadosa y el estricto cumplimiento de las obligaciones fiscales en todos los niveles de gestión de las organizaciones deportivas. La historia de Núñez recuerda que incluso en el mundo del deporte y el entretenimiento, la ley y el orden deben estar en primer lugar para mantener la honestidad y la transparencia ante los aficionados y la sociedad en general.